Hoy os invitamos a conocer la historia de la climatización. ¿Desde cuándo crees que el ser humano siente la necesidad de refrescar el ambiente? ¿Qué ha hecho para combatir el calor? Ha sido un viaje apasionante. Retrocedamos en el tiempo…
Climatización a través de un abanico
Somos conscientes de que el abanico no es capaz de climatizar una estancia pero lo que sí puede hacer, es ayudar a calmar la temperatura de una persona. Y tanto es así que desde la época de los egipcios (3000 aC) sigue hoy vigente con apenas cambios en su aspecto.
- Los abanicos en Egipto se usaban de forma semicircular y gran tamaño, con plumas y mangos largos, y se usaban para dar aire y espantar a los insectos.
- Hay citas literarias griegas y romanas que hacen referencia a los abanicos que solían usar las mujeres para complementar su hermosura.
- En China, los abanicos rígidos datan del año 2697 aC y además de usarse para refrescarse, eran un elemento decorativo de gran elegancia. Se producían en bambú, seda o papel y los pintaban grandes artistas. Hasta el s. VII dC en Japón no se crearon los abanicos plegables que conocemos hoy.
El inventor del ventilador
No fue hasta el s. II dC cuando el inventor chino Ding Huan desarrolló un ventilador rotatorio que se accionaba manualmente y que extraía el aire de una piscina de agua fría y lo distribuía por toda la casa.
Parece que la idea se fue asentando de tal manera que durante la Dinastía Tang, el Emperador Xuanzong disponía en su palacio de un Liang Tian (un Pasillo fresco) que lo mantenía gracias a un sistema hidráulico que usaba los chorros de sus fuentes de agua, para empujar los engranajes necesarios para hacer girar el ventilador. Dinastías posteriores continuaron usando tal climatización hasta el s. XIII.
Traspiés que nos llevan hacia el éxito…
Hasta llegar al aire acondicionado de hoy en día ha habido muchos nombres que han aportado su conocimiento tanto por sus aciertos como por sus errores. Justo por su fracaso es conocido Cornelius Drebbel, famoso por inventar el submarino tripulado, pero que falló al intentar aplicar el mismo principio que el empleado en su incubadora a temperatura constante, en un sistema de aire acondicionado. Sin duda sus errores sirvieron a otros para avanzar en otros sentidos.
Asentando las bases de la climatización moderna
En 1758 Benjamin Franklin, padre fundador de los Estados Unidos, junto con John Hadley, profesor de la Universidad de Cambridge, comenzaron a experimentar con líquidos altamente volátiles (alcohol y éter) y confirmaron que la evaporación de estos podían reducir la temperatura de un objeto.
Por otro lado, el británico Michael Faraday tomando como antecedente que la refrigeración por agua, provocaba altísimos niveles de humedad en una habitación, decidió experimentar con las propiedades refrigerantes de los gases. Desarrolló un comprensor que utilizaba amoniaco como principio activo y descubrió que al vaporizarlo, podía enfriar su laboratorio sin problema. El inconveniente fue que era vapor tóxico pero la tecnología del compresor es la misma hoy en día.
Y por fin en 1842 Lord Kelvin creó un circuito frigorífico hermético que, usando un gas refrigerante, absorbía el calor. Los principios que lo condujeron a esta creación fueron:
- El calor se transmite de la temperatura más alta a las más baja, como lo que sucede al introducir una cuchara metálica en un café caliente.
- El cambio de estado de líquido a gaseoso absorbe calor, al mojar la mano en alcohol sentimos frío. Esto sucede porque al evaporarse absorbe el calor de nuestra mano.
- La presión y la temperatura están unidas y relacionadas. Si tenemos un recipiente cerrado necesitaremos menos cantidad de calor para llegar a una determinada temperatura que en uno abierto.
Siglo XX, construida la primera unidad de aire acondicionado
En 1902 Wills Carrier, joven ingeniero norteamericano, se implicó personalmente en solucionar un problema de impresión, ya que las variaciones de temperatura, humedad afectaban negativamente al resultado final. Carrier inventa una máquina que sopla aire sobre las bobinas en frío y así controla la temperatura y la humedad para conseguir que el papel no se arrugase y la tinta continuase alineada.
Sobre 1920, y tras la industria editorial, la textil y las salas de cine se sumaron al uso de este invento para aumentar su producción y ventas. A partir de este momento la demanda en edificios de oficinas y almacenes se multiplicó. No fue hasta los años 50, tras la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, cuando comenzaron a instalarse en los hogares.
La lucha contra las temperaturas extremas, es una batalla ganada. La climatización nos proporciona confort y seguridad. De nosotros depende que hagamos un buen uso. Si necesitas ayuda para elegir tu aire acondicionado en Ferroservice somos expertos. ¡Contacta con nosotros!
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