La temperatura no es lo único que cuenta a la hora de lograr un óptimo confort en el hogar, la humedad también tiene mucho que decir. ¿Sabes cómo controlar y mantener la humedad relativa adecuada en tu vivienda? ¿Sabías que además es necesario para prevenir catarros, así como la aparición de bacterias?
¿Qué es la humedad relativa del hogar?
La humedad del hogar se define como la cantidad de vapor de agua que está presente en el aire. Distinguimos entre humedad absoluta y humedad relativa.
- Humedad relativa. Relación entre la cantidad de vapor de agua real en el aire y la que debería contener para saturarse a la misma temperatura y presión.
- Humedad absoluta. Mide la cantidad de vapor de agua por unidad de volumen de aire (kg/m3).
¿Por qué es necesario mantener una humedad adecuada?
Si en el hogar hay unos niveles inadecuados de humedad, puede dar lugar a la aparición de patologías como alergias, así como otras enfermedades comunes como catarros y resfriados.
A su vez, que la humedad no sea la ideal favorece en gran medida la supervivencia de bacterias, ácaros y hongos. Y no solo eso, sino que además se aumentan las probabilidades de padecer sequedad en la piel e irritación de ojos.
La relación entre temperatura y humedad relativa
Entonces, ¿cuál es la relación entre humedad y temperatura? La humedad relativa varía en el momento en que la temperatura del aire cambia, pero la cantidad de vapor de agua sigue siendo la misma. Dicho de otro modo, la humedad relativa depende de la temperatura.
- Si aumenta la temperatura, el aire puede contener más cantidad de vapor de agua. En el caso de que no varíe la cantidad absoluta de vapor de agua, desciende la humedad relativa.
- Lo mismo sucede al revés, según baja la temperatura, el aire presenta menos humedad. Si el vapor de agua se mantiene, la humedad sube. Vemos que llega al punto de saturación cuando el vapor de agua se condensa, (aparece vaho cuando respiramos).
¿Cuál es la humedad ideal en casa?
El grado de humedad adecuado en una vivienda varía según la estación y la zona. Los parámetros establecidos en el RITE (el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) indican que en invierno la humedad debe ser de 40-50%. En verano, la humedad relativa sería de 45-60%.
Para ello, se debe evitar un ambiente muy seco manteniendo la temperatura de la calefacción en unos 20 o 22 grados. Si elevamos la humedad relativa al 50% lograremos aumentar la sensación de calor sin modificar la temperatura, lo que nos hará ahorrar en calefacción. Los humidificadores también pueden ser de ayuda para lograr la humedad relativa ideal.
En el supuesto de que exista exceso de humedad, ventilaremos las habitaciones. Sobre todo la cocina y, a ser posible, los baños ya que son las estancias donde se genera más humedad.
¿Cómo puedo medir la humedad que hay en casa?
Para medir la humedad exacta que hay en el hogar, lo más sencillo es contar con un higrómetro. Se trata de un aparato sencillo y fácil de usar con el que podrás conocer cuál es el grado de humedad relativa que hay en la vivienda durante todo el año. Los más modernos tienen el tamaño de un USB, miden la temperatura y la humedad relativa, calculan parámetros extras como el punto de rocío y permiten llevar un registro de histórico.
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