¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza al pensar en un aire acondicionado? Seguro que piensas en verano, sol ardiente, calor infernal… Sin embargo, ciertos equipos de refrigeración también ofrecen la posibilidad de utilizarse en invierno para subir la temperatura de tu casa. Pero, para que el uso del aire acondicionado en modo calor sea rentable, hay que aprender a sacarle el máximo rendimiento.
Aire acondicionado en modo calor: Consejos para un máximo rendimiento
Un mismo aparato; dos funciones muy reconfortantes. Para que tu aparato de aire acondicionado siga siendo útil en los meses de frío, toma nota de estos consejos.
1. Que no se te queden los pies fríos
Debido a que pesa menos, el aire caliente tiende a subir al techo y, por tanto, el aire frío se queda a nivel del suelo. Esto provoca la conocida como sensación de pies fríos. Se estratifica el aire y el calor no se distribuye de manera homogénea impidiendo el ansiando confort térmico.
Para evitarlo, es necesario adaptar el aparato de aire acondicionado en la medida de lo posible moviendo el deflector para que impulse el aire caliente hacia abajo. Por otro lado, instalar sistemas de aire acondicionado de suelo, que consiguen que haya una circulación mayor del aire, también resolvería este problema.
2. Encuentra la temperatura perfecta
Se recomienda fijar la temperatura de la bomba de calor entre los 20 y los 22 grados aproximadamente. Cada vez que se aumenta en un grado la temperatura, crece el consumo de energía.
Además, durante la noche se puede bajar reducir el termostato, ya que al meternos en la cama nos solemos arropar con el edredón y no es necesario tanto calor en casa. En cualquier caso, el modo sleep suele ser muy útil para reducir el gasto de energía.
3. Benefíciate de la opción de programar
Hay que tener en cuenta que el aire acondicionado en modo calor no funciona igual que una calefacción central de radiadores, por ejemplo, que suele estar encendida durante muchas horas para que la casa esté caliente.
En este caso, no tiene sentido mantener encendido el aparato mientras estamos fuera, ya que estaríamos desperdiciando energía. Para encontrar la misma sensación de confort al llegar a nuestro hogar, es recomendable programar el aire acondicionado para que se encienda un poco antes de nuestra llegada.
4. Evita que el calor se escape
Si buscas la eficiencia energética, revisa el aislamiento de tu casa para no perder calor. Repara las ventanas que no cierren bien, arregla las pequeñas grietas de las paredes por las que se cuele el frío y viste el suelo con alfombras que aíslen.
Con unos 5 o 10 minutos de ventanas abiertas, preferiblemente a mediodía, es suficiente para ventilar tu hogar. Además, al subir las persianas y retirar las cortinas durante el día permites que el sol caliente algo las diferentes estancias. Ciérralas por la noche para reforzar el aislamiento. Además, es aconsejable cerrar las puertas de la sala en la que estés utilizando el aire acondicionado para que se acumule el aire caliente.
5. Escoge el aire acondicionado que necesitas
Si aún no te has comprado tu aparato de aire acondicionado, decídete por uno con etiqueta energética A. Aunque resulte algo más caro, es más eficiente y, por tanto, te ayudará a ahorrar energía. Consulta a un experto para asegurarte de que tiene la potencia que necesitas, incluso cuando hace mucho frío en el exterior, y que lo vas a instalar en el lugar adecuado.
6. Limpieza y mantenimiento
Recuerda limpiar los filtros de tu aire acondicionado varias veces al año. Además, para que funcione de una manera eficiente, debes someterlo a revisiones periódicas de mantenimiento.
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