La automatización ha llegado a los edificios de vecinos y oficinas para quedarse. Las posibilidades de la tecnología son muy extensas y su principal objetivo es el de hacernos el día a día más sencillo. Por eso hoy te contamos cómo puede tu comunidad de vecinos beneficiarse de la inmótica.
¿Qué es la inmótica?
La inmótica se compone de distintos sistemas de tecnología que permiten controlar de una manera inteligente un edificio. Si la domótica permite la automatización de las aplicaciones de una casa (domus = casa), la inmótica extiende su definición a un edificio completo.
Se utiliza en hoteles, hospitales o edificios de empresas. Pero cada vez es más frecuente que haya comunidades de vecinos que busquen tener un control optimizado de algunos de los servicios de su vivienda.
Las posibilidades de la inmótica
Las posibilidades que ofrecen los edificios inteligentes son muy extensas, ya que la tecnología se pone a la disposición de las necesidades de los vecinos. Estas son algunas de las funciones más utilizadas.
- Controlar la calefacción según la temperatura del exterior.
- Regular la potencia del aire acondicionado según el día que haga.
- Apagar y encender automáticamente las luces transcurrido cierto tiempo.
- Regular la iluminación del portal y demás zonas comunes según la luz del exterior.
¿La inmótica merece la pena?
La instalación de la inmótica es cara, pero ¿merece la pena? El aprovechamiento de la tecnología va más allá de la comodidad y modernización de las instalaciones. Estas son algunas de las principales ventajas de convertir una vivienda u oficina en un edificio inteligente.
1. Reducción en los costes de energía
Con la inmótica, se acabaron las luces que no se apagan o tener el aire acondicionado encendido cuando no hay nadie en la oficina. Gracias a esta tecnología, se racionaliza energía y se consigue un consumo eficiente, lo que tiene un reflejo positivo en las facturas.
2. Confort
Es indiscutible que la inmótica mejora la comodidad de una comunidad de vecinos o edificios de empresas. Tanto los que viven en el edificio como los que lo gestionan o lo mantienen, salen ganando con la automatización. El hecho de tener monitorizadas ciertas rutinas, hace que los vecinos y personal de mantenimiento puedan dedicarse a otras labores. Además, se recogen datos muy útiles para conocer las tendencias del edificio y procurar una mejor solución a las necesidades.
3. Ayuda al medioambiente
Se reduce el malgasto de energía, lo que ayuda a cuidar el medio ambiente.
4. Detección de errores en los sistemas
La tecnología de la inmótica es capaz de detectar cuando alguna de las aplicaciones del edificio funcionan mal. Esto reduce las molestias de las averías y repara antes el problema.
5. Mayor seguridad
La inmótica puede ayudar a detectar incendios, fugas de gas o inundaciones de manera más rápida. Este sistema podría incluso buscar soluciones como, por ejemplo, activar el riego en caso de localizar llamas. Por lo tanto, los usuarios estarán más seguros.
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