No hay nada más desagradable que las corrientes de aire frío provocadas por el aire acondicionado. Estás plácidamente y, de repente, te das cuenta de que te estás quedando helado, a pesar de que en la sala la temperatura no es tan baja. Te planteamos una pregunta: ¿has tenido en cuenta el efecto Coanda al elegir el aire acondicionado de tu local?
¿Qué es el efecto Coanda?
El efecto Coanda es un fenómeno físico por el que un fluido líquido o gaseoso tenderá a ser atraído por toda superficie que se aproxime a su trayectoria.
Pongámonos en situación. Imagina que sostienes una pelota con una mano. Con la otra, dejas caer otra bola desde más arriba, de modo que impacte la una con la otra. Lo más probable es que la que has dejado caer rebote y salga en dirección contraria. Pero, ¿que pasaría si acercas esa primera pelota al chorro de agua de un grifo? Es decir, ¿qué ocurre cuando sustituyes el sólido por un líquido? En este caso, en lugar de rebotar, el líquido tenderá a fluir siguiendo la forma de la pelota atraído por esta.
Como curiosidad te contamos que el efecto Coanda fue nombrado así por el ingeniero aeronáutico Henri Coandă que lo descubrió.
Por qué debes tenerlo en cuenta al elegir tu aire acondicionado
A estas alturas, te estarás preguntando qué tiene que ver este efecto físico con tu aire acondicionado. Pues, aunque no lo parezca, mucho. De hecho, es una de las claves para dar con el sistema de refrigeración perfecto.
Igual que en el ejemplo anterior el agua es atraída por la superficie de la pelota, el techo de una sala puede atraer el aire frío salido de tu equipo. De esta forma, en lugar de caer directamente al suelo creando una molesta corriente¡, circulará en paralelo al techo mezclándose con el aire del ambiente.
Con ello se consigue que el aire frío se distribuya por el espacio de una manera más uniforme, extensa y repartida, en vez de incidir únicamente en un punto. Así, se proporciona una sensación más confortable y el aire logra tener un alcance mayor.
Cómo elegir tu equpo de refrigeración
No todos los tipos de aires acondicionados van a lograr este deseado efecto Coanda. Debes buscar un equipo que permita una salida del aire casi horizontal en paralelo al techo. Por ello, se suelen recomendar los equipos de tipo techo, los de conductos de aire o los de tipo cassette.
También debes tener cuidado con la ubicación en la que colocas el aire acondicionado. Cualquier obstáculo del techo impedirá que circule el aire. De esta manera, las vigas, lámparas, tabiques y demás objetos colgados dificultarán que se produzca esta distribución repartida del aire. Por otro lado, otra fuente de aire colocada en el mismo espacio afectará al comportamiento del aire. Podría ser, por ejemplo, otro equipo de aire o una ventana abierta.
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