Entre el enorme potencial de las energías renovables, fundamentales para luchar contra el cambio climático, no estaba la opción de guardar la energía que se producía de más. Debía ser consumida en el momento. Por eso se pone en marcha el plan del almacenamiento energético con el que poder aprovechar este excedente de energía. ¡Te lo contamos!
La estrategia de almacenamiento energético
Se trata de un plan diseñado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Aprobado por el Gobierno, cuenta con 10 líneas de acción y 66 medidas. El objetivo principal es claro: optimizar la capacidad de almacenar energía de modo que no se desperdicie y se pueda seguir sacando partido, por ejemplo, en los días nublados o sin aire.
La capacidad de almacenamiento actual es de 8,5GW. Con este plan se pretende llegar en 2030 a los 20GW y, posteriormente en 2050, a los 30GW. Con dicha estrategia las energías se adecuan a lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Para 2030 el 74% y el 100 % para 2050 de la electricidad ha de ser de origen renovable.
Si España alcanza estas metas se cumplirá con el compromiso europeo creado en el Acuerdo de París para la descarbonización de los modelos energéticos en 2050.
Ahorro y flexibilidad son algunas de sus ventajas
¿Cuáles son las ventajas para los ciudadanos del almacenamiento energético?
- Las energías renovables, ya de por sí beneficiosas por su nula contaminación, se vuelven mucho más útiles y flexibles. Podremos usar la reserva de energía siempre que haga falta.
- Se garantiza además la seguridad del suministro y unos precios más económicos aún.
- Será un impulso clave a las energías renovables que nos hará beneficiarnos de menos emisiones contaminantes.
- Los usuarios pueden apostar por ser consumidores y productores de su propia energía con una tecnología que facilita el proceso.
¿Cómo funcionan los sistemas de almacenamiento energético?
Imagínate el funcionamiento de estas instalaciones como pilas recargables. En ellas se guarda la energía en los momentos en los que hay excedente logrando así que esté disponible cuando sea necesaria. Existen actualmente algunas unidades de almacenamiento. Dependiendo de su capacidad, se dividirán en: almacenamiento a gran escala, almacenamiento en redes y en activos de generación y almacenamiento a nivel de usuario final.
- Baterías. Diseñadas para su aplicación en movilidad eléctrica y en sistemas de autoconsumo de viviendas. Junto con las placas solares, permiten guardar el exceso de energía y utilizarla cuando no haya sol.
- Centrales hidráulicas de bombeo. Producen electricidad a partir de la caída del agua almacenada.
- Sistemas de almacenamiento térmico. El calor se almacena en tanques de sales fundidas que posteriormente se usa en la producción de electricidad.
- Supercondensadores. Se trata de un dispositivo capaz de almacenar gran cantidad de energía eléctrica en formato cargas electrostáticas. Con él se puede dar solución a las necesidades de interrupciones del suministro.
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