Tan importante es elegir el sistema de climatización adecuado para nuestro hogar como lo es escoger el combustible indicado. En el caso de la estufa o chimenea estaríamos hablando de la leña: ¿de qué tipo ha de ser y con qué características para que brinde el máximo confort?
En qué debemos fijarnos a la hora de elegir la mejor leña para chimenea o estufa
Se trata de uno de los biocombustibles (natural) extraídos de montes de coníferas y frondosas más demandados hoy en día por sus escasas emisiones al medio ambiente y por su reducido coste. No obstante, al haber distintas variedades y tipos de leña, muchas veces tenemos dudas a la hora de elegir entre una u otra. ¿Qué hay que tener en cuenta?
La humedad de la leña
El grado de humedad de la leña para estufa o chimenea no debe superar el 20%. Si la leña está muy seca o mojada de más no arderá correctamente.
El poder calorífico de la leña
El poder calorífico de la leña oscila entre las 4.420 y 4.540 kcal/kg. Su capacidad para transferir calor está relacionada no solo con su poder calorífico, sino también con la velocidad del viento y el nivel de convección del fuego de la chimenea o estufa.
¿Se trata leña dura o blanda?
Las maderas duras permiten mantener el fuego encendido durante más tiempo. Las maderas duras las encontramos en el roble, la encina, el olmo, el nogal y el abedul.
En el caso de las maderas blandas sirven para encender el fuego en la chimenea y avivarlo de vez en cuando. La encontramos en el abeto, el cedro, el pino y el castaño.
Chimeneas abiertas o cerradas
En el caso de las chimeneas abiertas lo indicado es usar maderas duras por su elevado poder calorífico y su capacidad para mantener el calor.
Si se trata de una chimenea cerrada, también llamada salamandra o estufa, se puede emplear madera dura o blanda además de otro tipo de combustibles como pellets o cáscaras de frutos secos.
Tipos de leña para chimenea y estufa
Además de las características que acabamos de ver es importante detenerse a valorar las cualidades de los principales tipos de leña para chimenea y estufa:
- Leña de olivo. Posee una alta resistencia y larga duración. Además, tiene un alto nivel calorífico.
- Madera de pino. Contiene la humedad necesaria, así como un alto contenido en resinas. Se trata de una leña que arde con mucha facilidad por lo que la estancia se caldea enseguida.
- Leña de fresno. La madera de fresno se puede encontrar fácilmente, arde rápidamente y se seca muy bien una vez el fuego se ha apagado.
- Leña de encina. Se trata de una madera dura y muy resistente a la humedad por lo que se recomienda su uso en lugares donde las precipitaciones son abundantes.
- Madera de roble. Arde lentamente, pero posee una gran potencia calorífica. Es la más empleada en estufas abiertas y hornos de asar.
Elegir la mejor leña para tu chimenea o estufa te proporcionará el confort deseado además de un excelente y acogedor ambiente hogareño.
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