Los radiadores eléctricos, también llamados emisores térmicos, pueden ser de tres tipos: cerámicos, fluidos o secos. Suponen un gasto menor que otros sistemas de calefacción eléctrica y necesitan de menos potencia y, por lo tanto, presentan menor consumo. Conocer las característica y funciones de cada modelo te ayudará a diferenciarlos y así poder elegir el más ventajoso según las necesidades de tu casa.
Radiadores eléctricos cerámicos, fluidos o secos, ¿cómo son estos emisores térmicos ?
A los radiadores eléctricos, que ya de por sí llevan la etiqueta de bajo consumo o calefacción eficiente, técnicamente se les llama emisores termoeléctricos o calefacción eléctrica. Ahora bien, según sea ese radiador: cerámico, fluido o seco, así será su consumo y su gasto energético y así será también la forma en la que calienta un hogar. ¡Te lo contamos!
Y, para empezar…
¿Cómo calienta un emisor térmico una estancia?
Así funciona un emisor térmico:
- Por conducción. La resistencia se encarga de calentar el material con el que está en contacto.
- Por convección. Se calienta el aire de la habitación al transmitir calor al metal.
- Por radiación. El calor radiante pasa de material a material, es decir, calienta los cuerpos cercanos.
Los 3 tipos de radiadores eléctricos
Analicemos, pues, los tipos de radiadores eléctricos que podemos encontrar en el mercado: cerámicos, fluidos y secos.
1 Radiador eléctrico cerámico
En su elemento cerámico se acumula el calor. Por ello, tarda más tiempo en alcanzar la temperatura correcta y, debido a su inercia térmica, guarda más tiempo el calor.
Su funcionamiento es similar a los radiadores de agua y son recomendados para un uso continuo de más de 8 horas.
2 Radiador eléctrico fluido
Circula por ellos un líquido interno que, una vez se calienta, distribuye el calor por toda la estancia igual que lo haría un radiador de agua.
Pueden mantener el calor alrededor de 4 horas y se aconseja su instalación en viviendas de gran tamaño.
3 Radiador eléctrico seco
Su inercia térmica es baja, dicho de otro modo, calientan rápido (calientan el aire por convección) pero también se frían en poco tiempo.
Por este motivo, están pensados para estancias que necesiten ser calefactadas rápidamente.
¿Cómo elegir entre radiadores cerámicos, fluidos y secos?
El gasto de estos aparatos varía mucho según el uso que se haga de ellos, las horas que se tengan encendidos y la tarifa eléctrica que se tenga contratada. A todo ello, si estás pensando en apostar por estos sistemas, debes tener en cuenta las siguientes variables para que te sea más sencillo elegir el adecuado para tu hogar:
- Ten en cuenta los metros de la vivienda y de la estancia donde vas a instalar el radiador. Ya hemos visto que, por ejemplo, el radiador fluido, se aconseja para viviendas de gran tamaño. Según sean los metros así será la potencia necesaria: por norma general, se necesitan entre 80 y 100 vatios por cada metro cuadrado que tenga la estancia.
- Estudia también el uso que harías del aparato, si va a estar muchas horas o si solo lo pondrías a última hora del día junto con otros sistemas de calefacción.
- La zona climática es otro aspecto a analizar. Ya sabes que en el país hay áreas templadas, suaves, frías o muy frías; por lo que valoraremos la rapidez con la que deseamos calentar la habitación.
- Comprueba el aislamiento de paredes, ventanas y techo. Si es el correcto no necesitarás tanta potencia en los radiadores.
- Un vez tengas claro si quieres un radiador cerámico, fluido o seco, fíjate en sus prestaciones, su tamaño, su estética y su posible manejo a través de un smartphone.
Los radiadores de bajo consumo pueden ser la opción que estás buscando para tu hogar. Para cualquier otra duda, no dudes en contar con nosotros. En Ferroservice, el servicio técnico oficial de Ferroli en Madrid y Guadalajara, nos ocupamos de la instalación y mantenimiento de tus equipos de calefacción y aire acondicionado. ¡Llámanos y pide presupuesto sin compromiso!
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