Cuando llega la temporada de calor es común preguntarse qué sistema de refrigeración es el mejor para nuestro hogar. En este sentido, son muchos los consumidores que apuestan por el tradicional aire acondicionado, mientras que otros se animan a probar con la aerotermia. ¿Sabías que en realidad pueden ser sistemas complementarios? Te contamos las ventajas y diferencias de cada uno para que puedas salir de dudas.
Principales diferencias entre aerotermia y aire acondicionado
La aerotermia y el aire acondicionado son dos sistemas de climatización que, aunque ambos tienen como objetivo proporcionar confort térmico, funcionan de manera muy diferente. La aerotermia es una tecnología que utiliza una bomba de calor para extraer energía del aire exterior y convertirla en calor para calefacción o frío para refrigeración. En cambio, el aire acondicionado está diseñado principalmente para la refrigeración de espacios interiores, aunque algunos modelos también ofrecen funciones de calefacción mediante bombas de calor.
Una de las principales diferencias es el principio de funcionamiento: la aerotermia extrae energía del aire exterior incluso en condiciones de frío extremo. El aire acondicionado se limita a intercambiar calor entre el interior y el exterior, principalmente en la temporada de verano. Además, la aerotermia es más eficiente energéticamente y sostenible, aprovechando una mayor proporción de energía renovable.
Ventajas de la aerotermia
La aerotermia presenta varias ventajas significativas. En primer lugar, es una solución todo-en-uno que proporciona calefacción, refrigeración y ACS. Lo cual puede simplificar la infraestructura de climatización en el hogar y reducir costes de instalación y mantenimiento. Además, es altamente eficiente, ya que puede generar más energía de la que consume. Por cada kWh de electricidad utilizado, puede producir entre 3 y 4 kWh de energía térmica.
Otra ventaja importante es su impacto ambiental. Al utilizar una fuente de energía renovable, la aerotermia contribuye a la reducción de emisiones de CO2 y a la lucha contra el cambio climático. También es una tecnología que puede integrarse con otros sistemas de energías renovables, como la solar fotovoltaica, para incrementar aún más su eficiencia y sostenibilidad.
Ventajas del aire acondicionado
El aire acondicionado, por otro lado, tiene sus propias ventajas. Es una tecnología más económica de adquirir y de instalar en comparación con la aerotermia. Para viviendas en climas cálidos donde la refrigeración es la principal necesidad, el aire acondicionado puede ser una solución más práctica y asequible.
Además, los aires acondicionados modernos cuentan con una variedad de características avanzadas, como filtros de aire de alta eficiencia, controles inteligentes y funciones de deshumidificación. Lo que puede mejorar la calidad del aire interior y aumentar el confort del usuario. También es una tecnología bien establecida y probada, con una amplia disponibilidad de técnicos y servicios de mantenimiento.
¿Qué equipo consume más?
En términos de consumo energético, la aerotermia suele ser más eficiente que el aire acondicionado. Esto se debe a que la aerotermia aprovecha la energía del aire exterior, pudiendo generar más energía térmica de la que consume en electricidad. Por ejemplo, una bomba de calor aerotérmica puede tener un coeficiente de rendimiento (COP) de 3 a 4, lo que significa que por cada kWh de electricidad consumida, se producen entre 3 y 4 kWh de calor.
El aire acondicionado, aunque también puede ser eficiente, generalmente tiene un consumo energético mayor en comparación. Sin embargo, en modo de refrigeración, los aires acondicionados modernos con tecnología inverter pueden ser bastante eficientes, pero no alcanzan los niveles de eficiencia de la aerotermia en el uso integral (calefacción, refrigeración y ACS).
¿Cuál es el precio del aire acondicionado y de la aerotermia?
El coste inicial de instalación de un sistema de aerotermia es generalmente más alto que el de un sistema de aire acondicionado. Un sistema de aerotermia puede costar entre 5,000 y 12,000 euros, dependiendo del tamaño y las necesidades específicas de la vivienda.
Por otro lado, un sistema de aire acondicionado puede costar entre 500 y 3,000 euros, dependiendo del modelo, la capacidad y las características adicionales. Los sistemas de aire acondicionado son más accesibles en términos de coste inicial. Pero es importante considerar el coste total de propiedad, que incluye el consumo energético y el mantenimiento a largo plazo.
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